miércoles, 28 de julio de 2010

qué es lo que quiere una teibolera?

Las teiboleras somos especímenes aparte, pero no por eso dejamos de ser mujeres. También buscamos a ese alguien que nos haga sentir que se nos enchinan los pelos que no tenemos allá abajito.

[Nunca se han preguntado porqué los hombres cuando van a un AVPM dicen "vamos a ver pelos" si eso es precisamente, de lo que carecemos la mayoría de las bailarinas? Dudo que se refieran a nuestras espléndidas cabelleras]

En qué estaba? Ah si! Les decía que al final las teiboleras seguimos siendo viejas (y ni se hagan las ofendidas por el término que es con harto cariño) y nos encanta que nos piropeen y nos chuleen. Las teiboleras somos exhibicionistas como pavo reales, astutas como zorras y encantadoras como sirenas (hoy ando de poetisa).

Pero qué mujer no lo es? Y si aparte de alimentarnos el ego, nos alimentan la cartera pues aún mejor.

[*suspiro*]

O ustedes qué creían que buscábamos? Amor? jijijijiji

jueves, 15 de julio de 2010

con cuántos hombres se acuesta una teibolera?

Creo que esta pregunta es la que todo el mundo se hace y no nomás con las mujeres que nos dedicamos a esta fascinante profesión. O no?

Hace un par de semanas un cliente me preguntó -así de barbas- el número de compañeros de cama que he tenido. Para empezar, no es la primera vez que me lo preguntan, sin embargo, sí es la primera vez que he tratado de esforzar en responder, sin éxito alguno. La neta, no me acuerdo de todos y mucho menos el orden cronológico de ellos.

Siempre que alguien me pregunta algo para lo que no tengo una respuesta inmediata contesto con otra pregunta: Para qué quieres saber? Generalmente, para salir del paso y darme tiempo de buscar alguna respuesta honesta o al menos, una creíble.

Porqué los hombres insisten en saber la historia sexual de una dama, a ver? Qué chingados les importa si el número es tan corto como un equipo de fútbol o tan grande como un batallón de infantería.

Yo digo que es nomás para JODER y hacerse chaquetas mentales porque al final: qué mujer dice la verdad? jajajaja!!

Las mujeres pensamos algo como: "diez serán muchos o pocos?" y los hombres piensan: 4! no mames... 6! putamadre... 10! son un chingo... 30! ésta es una putaaaaaaaa!!! Aquí todo lo que podamos contestar será usado tarde o temprano en nuestra contra. O no?

Así que para qué preguntar? Qué morbo les satisface un número que deep inside saben es más falso que una moneda de tres pesos. A ver!

Para que vean que soy super buena onda, voy a ennumerar algunos de los que sí me acuerdo (para bien o para mal). Ahí les va.

  1. El primero porque pues ese nunca se olvida; aunque se intente.
  2. El segundo pues porque le sigue al primero.
  3. El tercero porque fue el primero que me dijo que si yo era frígida. Saludos, pendejo!
A partir de aquí puede que alguien haya sido omitido. El órden en que aparecen no es precisamente en orden cronológico:

4. El vecino en esas vacaciones de verano.
5. El que iba en el grupo de a lado y no era precoz, sino lo que le seguía. Horror.
6. El que adoraba mis pies.
7. El que tenía nombre de protagonista de peli de acción.
8. El que era español.
9. El que gastaba una fortuna en llamadas a mi celular.
10. El que me enseñó a medir a distancias con los dedos de mis manos.
11. El que tenía el pene más hermoso que he visto en la vida.
12. El que caía poca madre y era buenísimo para el sexo oral.
13. El que me aplicó la de "ahorita vengo, voy por cigarros".

+ algunos de los que prefiero ni acordarme. Todos estos ANTES de entrar a trabajar al AVPM. Siii!!!!! Ni son tantos o sí?

Una vez en el ambiente, la neta, es que he perdido la cuenta.

lunes, 12 de julio de 2010

Confesiones de una teibolera (Vol. IV)

Yo sabía que esa relación ya no daba para más. Que los mejores tiempos ya habían pasado y que nada de lo que él dijera o hiciera me convencerían de seguir con él.

El problema es que él tenía una opinión distinta.

Empezó a hostigarme. Porqué se ponen de tercos? Porqué se aferran cuando uno ya los mandó a la chingada? Porqué creen que un NO es un "sígueme rogando que igual y me convences"? Putamadre! Con lo que me caga que me rueguen.

El señor en cuestión se dedicó a vigilarme. Literal. Dejé de contestarle las llamadas y desconecté el timbre de mi casa. Ah, pues él se hizo amigo del conserje, del viene-viene de la esquina, de la señora de la lavandería, del que me vendía los cigarros, etc.

En el trabajo no había salida. No podía hacer que le negaran la entrada y lo tenía ahí todos los putos días y cuando el cover del AVPM empezó a sangrar su bolsillo, él se hizo amigo de uno de los del Valet Parking para que "le echara aguas" cuando yo llegaba o cuando me iba y estoy segura que se la vivía afuera del antro dándole propinas al personal para que fueran sus ojos dentro del lugar. Me espiaba, me perseguía y yo no me sentía segura ni en propia casa.

Cambié mi teléfono fijo, número de celular y chapas de todas mis puertas. Pero él no se rendía: me enviaba al trabajo cartas, flores, chocolates, osos de peluche, cd's románticos, etc. Cuando eso no funcionó empezó a enviarme bolsas carísimas, zapatos, perfumes y joyas. Seguro pensó que podía comprarme. Iluso. Como tampoco funcionó empezó a llamar a mis amigas, amigos, familiares.

Ahí es cuando casi lo mato. No me gusta que se metan con mi familia y no sé de dónde carajos consiguió el número de la persona más cercana a mí. Cuando esa persona me llamó para contarme lo desesperado que Él estaba y que por favor, permitiera que hablara conmigo o quién-sabe-de-qué-podía-ser-capaz supe que tenía que hacer algo para que de una vez por todas le cayera el veinte de que no había vuelta de hoja.

(Me cagan los chantajitos baratos de "si me dejas me mato". Yo pensaba "pues ya güey! mátate, se te hace tarde". Pero Dios no concede caprichos ni endereza jorobados.)

Algunos de mis adorados de seguridad se ofrecieron a hablar con él para pedirle que me dejara en paz. Uno de mis clientes VIP me dijo que con una palabra mía y él amanecía encuerado enmedio de La Marquesa y con una madrina marca Acme. Una de mis compañeras me dijo que tenía a su Bruja de confianza que podía darme unos polvos para alejar a las personas indeseadas y que de paso, me protegiera del "mal de ojo" que de seguro este infeliz ya me había echado.

No quise tomar medidas tan extremas pero sí hice algo que le envió un mensaje más que claro: Empecé a salir con otro. Dicen que para que un clavo saque a otro clavo el primero tiene que ser más grande, no?

Esta tampoco fue la decisión más sabia ni tampoco la más prudente, pero para situaciones desesperadas soluciones desesperadas. Claro, no entendió de la noche a la mañana pero después de un par de meses creo que se hizo a la idea de que esta muñeca se había cambiado de aparador.

De ahí prometí que nunca más andaría con un casado por muy honesto -guapo y generoso- que fuera.

Y a pesar de querer portarme bien, de la movida con "el otro clavo" tampoco salí ilesa... ups! Pero eso se los cuento luego.

lunes, 5 de julio de 2010

Confesiones de una teibolera (Vol. III)

Como no hay mal que dure cien años ni pendeja que lo aguante, mi oportunidad de escapar me la proporcionó él solito.

Cualquiera que nos hubiera visto habría pensado que éramos una pareja "normal". Una chica normal con un novio normal que disfrutan juntos de sus días normales. Una parejita de novios cualquiera, vaya! Ese día, habíamos terminado de comer, yo estaba lavando los trastes y él me ayudaba a recoger la mesa cuando, utilizando el tono más casual que podría haber usado nunca, me dijo que tenía que irse porque alguien de su familia estaba en el hospital.

Me alarmé un poco porque claro, pensé que tal vez sería la mamá o qué sé yo. Nunca me imaginé que me diría que era la esposa que estaba pariendo a su tercer hijo! Y no es que yo hubiera olvidado el detalle de su existencia. Era simplemente que dentro de mi cómoda vida esa presencia no tenía cabida. Resultaba más fácil pretender que no existía, depositarla en el último rincón de mi mente y así olvidarme que él era un hombre ajeno.

Supongo que esa comodidad él la traducía como aceptación y no lo culpo. De hecho, nunca le hice una escenita ni le eché siquiera una indirecta. Nunca le dije "claro, te vas para estar con ella" o esos clichés baratos de telenovela. Yo sabía muy bien mi lugar y por lo mismo me callaba la boca. Ahora pienso que le hacía la vida demasiado fácil.

Exceptuando la parte de mi trabajo, claro está. Debo reconocer que él nunca mencionó nada al respecto. Tampoco nunca me interrogó acerca de lo que pasaba cada noche en los privados.

Era una especie de acuerdo mutuo, supongo. A sus ojos yo también era una mujer ajena. Y no de uno sólo, sino de muchos. Si él encontraba algo de consuelo en eso nunca lo supe. Pero de que encontraba justificación para su comportamiento, me queda clarísimo.

Yo no esperaba una respuesta directa. No la vi venir, ni la escuché llegar. Un bebé recién nacido!! Ahora esa rival fantasma cobraba vida, cara y olor. Olor a bebé. No sé exactamente cómo sucedió pero en ese instante me cayó el veinte. Si eso es lo que ven los que están a punto de morir es una sensación de la chingada. Vi al bebé que no conocía, llorando a lado de su madre que no sabía dónde rejijosdelagranputa estaba el padre de su hijo mientras ella lo paría.

Pero y dónde chingados estaba yo y qué diablos estaba haciendo? Qué buscaba? Qué perseguía? A dónde llegaría? Si ustedes piensan que las teiboleras somos unas hijasdeputa tienen todo el derecho de pensarlo, afirmarlo y sostenerlo (sin albur). Pero que conste que sí tenemos consciencia aunque tratemos de no utilizarla mucho. Yo no sería quien le quitara a ese niño (fue varón y él no cabía de tanto orgullo) a su padre.

Una cosa era "pelear" con una igual por un cabrón, y otra muy diferente ser la villana del cuento que le arrebata a un inocente a su padre. Lo imaginé de nuevo llorando, indefenso, envuelto en una cobijita en su cunita mientras yo, me cogía a su padre atado a los postes de la cama y sobre sábanas rojas.

O sea sí qué rico pero ni madres. No quería cargar también con la infelicidad de un chamaco en mi consciencia (que es muy chiquita para semejante bulto). Ese día las cosas no terminaron bien. Le pedí que se fuera y que no volviera pero él no se movió de ahí. Cuando intentó abrazarme lo empujé y le grité. Mis venas hervían de coraje, de miedo, de darme cuenta que estaba cometiendo la mayor estupidez de mi vida y que no iba a obtener nada bueno de eso. Creo que los gritos los escucharon todos los del edificio pero en ese momento no importaba.

Lo saqué a empujones e insultos. Quería estar sola y él no se largaba. Le aventé un cenicero, un adornito de mesa y no recuerdo ya qué más. Me temblaban las manos y si no se hubiera ido a tiempo no sé qué habría pasado.

Me quedé trabada del coraje y más coraje me daba sentir las lágrimas que se me escurrían por el rostro. Fui a la cama, la deshice, golpeé el colchón que compartimos tantas veces, desgarré la almohada que tenía su olor y grité tanto que me dolió la garganta. No supe a qué hora me quedé dormida.

jueves, 1 de julio de 2010

I n t e r m e d i o

Antes de seguir con la narración, tengo una pregunta qué responder que se me hizo muy interesante y con la cual llevo más de una semana buscando la respuesta correcta.

Oscar Vazquez quiere saber algunas de mis canciones favoritas y no puedo decidirme:
  1. para una peda.....
  2. para bailar.....
  3. para bailar en el AVPM....
  4. para dedicar a alguien.....
  5. para que me la dediquen.....
  6. cual es la canción que nunca me han dedicado pero que me gustaría me dedicaran....
  7. y cual es la canción que no me gustaria que me dedicaran......
Y es que por ejemplo, mi canción favorita para una peda depende enteramente del motivo de ésta. Si es "contra ellos" sin duda aplicaría una de Paquita, jajajaja. Lo malo es que Paquita no me gusta. Si es de "desmadre" con las amigas pues igual aplicaría Paquita, jajajaja!

En fin, como aún sigo indecisa, les voy a decir qué canción YA ME DEDICARON y no me gustó nadita. Supongo que esto responde al número 7.



Y si adivinan quién fue, les doy un punto extra.

Besito,
Xinnah.