Este trabajo que me encanta, me da de comer, me da para vivir bien, para viajar, para conocer gente interesante y gente que no tiene nada en absoluto que ofrecer, también tiene su lado feíto. Pero qué trabajo no lo tiene? Algunos dicen que ser teibolera es obtener dinero fácil, pero quiero ver cuántos de esos se encueran ante 200 pares de ojos.
Este ambiente, como le llamamos nosotras, no es fácil. Se verá todo muy lindo desde afuera, con las luces, la música, el maquillaje. Algunos pensarán que nomás es mover el culo y/o acostarse con el que lo pueda pagar y recibir el billete. Pero no. Hay una línea muy delgada entre ser bailarina exótica y ser prostituta. Ambas actividades pueden llegar a ser confundidas pero no se excluyen mutuamente. Quiero decir, hay prostitutas que bailan y hay bailarinas que se prostituyen. Pero ya es cosa de cada quién. Las razones no las vamos a mencionar en este momento.
El lado difícil está en que a veces el cliente que solicita tu compañía no es de tu agrado. Nunca falta el naco con uñas mugrosas y aliento a centavo antiguo que intenta manosearte sin siquiera pagarte un privado. O el que con la pura mirada te deja más encuerada de lo que ya estás. El que cree que eres una mercancía que puede comprar y llevarse a lo oscurito sin siquiera preguntar si tú estás de acuerdo o no. Y así un millón de etcéteras.
También están los jefes que bajita la mano te obligan a que le bailes a un cliente y lo atiendas de maravilla sin aflojar ni un centavo, sólo porque es su amigo, o porque le debe algún favor y se le ocurrió que contigo podría pagarle. O el de seguridad que te pide "de favor" que le bailes a su amigo sin cobrarle a cambio de que él no reporte privados para que tú te quedes con la ganancia completa (esto último no está mal, salvo cuando el jefe ya se las olió y puedes meterte en problemas de a grapa).
Las historias aterradoras se dan cuando la teibolera en cuestión no es dueña de su lana o de su voluntad y es obligada a hacer actividades adicionales al baile: como posar para un calendario, participar en alguna peli porno o la más común, tener que prostituirse. Obvio, esto depende del antro en el que caigas. El AVPM donde yo trabajo trae extranjeras con un contrato de 3 meses, pero no las obliga a nada que no sea el baile erótico. Obvio, algunas sacan lana extra acostándose con los clientes pero esto no es nada exclusivo de un Table-Dance, o sí? Ni de las bailarinas extranjeras. En oficinas privadas y de gobierno, escuelas, hospitales, fábricas, despachos, call centers, y demás, siempre habrán algunas y algunos que se acuesten con otro por dinero o beneficios cuando no está incluído en su contrato laboral. O no?
Así que es sólo cuestión de irse con cuidado. Pero repito, en este país hay que andarse con cuidado para todo y en cualquier chamba, no sólo en la teiboleada.
Este ambiente, como le llamamos nosotras, no es fácil. Se verá todo muy lindo desde afuera, con las luces, la música, el maquillaje. Algunos pensarán que nomás es mover el culo y/o acostarse con el que lo pueda pagar y recibir el billete. Pero no. Hay una línea muy delgada entre ser bailarina exótica y ser prostituta. Ambas actividades pueden llegar a ser confundidas pero no se excluyen mutuamente. Quiero decir, hay prostitutas que bailan y hay bailarinas que se prostituyen. Pero ya es cosa de cada quién. Las razones no las vamos a mencionar en este momento.
El lado difícil está en que a veces el cliente que solicita tu compañía no es de tu agrado. Nunca falta el naco con uñas mugrosas y aliento a centavo antiguo que intenta manosearte sin siquiera pagarte un privado. O el que con la pura mirada te deja más encuerada de lo que ya estás. El que cree que eres una mercancía que puede comprar y llevarse a lo oscurito sin siquiera preguntar si tú estás de acuerdo o no. Y así un millón de etcéteras.
También están los jefes que bajita la mano te obligan a que le bailes a un cliente y lo atiendas de maravilla sin aflojar ni un centavo, sólo porque es su amigo, o porque le debe algún favor y se le ocurrió que contigo podría pagarle. O el de seguridad que te pide "de favor" que le bailes a su amigo sin cobrarle a cambio de que él no reporte privados para que tú te quedes con la ganancia completa (esto último no está mal, salvo cuando el jefe ya se las olió y puedes meterte en problemas de a grapa).
Las historias aterradoras se dan cuando la teibolera en cuestión no es dueña de su lana o de su voluntad y es obligada a hacer actividades adicionales al baile: como posar para un calendario, participar en alguna peli porno o la más común, tener que prostituirse. Obvio, esto depende del antro en el que caigas. El AVPM donde yo trabajo trae extranjeras con un contrato de 3 meses, pero no las obliga a nada que no sea el baile erótico. Obvio, algunas sacan lana extra acostándose con los clientes pero esto no es nada exclusivo de un Table-Dance, o sí? Ni de las bailarinas extranjeras. En oficinas privadas y de gobierno, escuelas, hospitales, fábricas, despachos, call centers, y demás, siempre habrán algunas y algunos que se acuesten con otro por dinero o beneficios cuando no está incluído en su contrato laboral. O no?
Así que es sólo cuestión de irse con cuidado. Pero repito, en este país hay que andarse con cuidado para todo y en cualquier chamba, no sólo en la teiboleada.
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