martes, 18 de octubre de 2011

De amantes (2)

No sólo se trata de que no nos cachen. También hay que echarle ganas a esta relación informal para que a la larga (Dios quiera!) no terminemos cayendo en pan con lo mismo de lo que estamos huyendo.

Lo rico de ser amantes, de tener uno o varios, es reencontrar la emoción que nos causa pensar en una persona. Las erecciones o las humedades reemplazan a las mariposas en el estómago o las piernas de gelatina de cuando éramos adolescentes y todo era rosa y cursi, y no es más que pura lujuria la que nos hace temblar de anticipación. Saber que en un día más o en unas horas más llegaremos a la habitación de hotel y podremos echárnosle encima a "ese cabrón!" que coge como un ángel.

Les suena familiar?

Nada que ver con la esposa o pareja fija que nomás llegar a la casa nos habla de que se olvidó de pagar el recibo de luz o que ya lo tienen hasta la madre en la oficina.

Se nota la diferencia, no?

Y ser amantes es tan padre porque no trae consigo mayor responsabilidad, no hay que discutir para repartirse tareas cotidianas, ni aguantar el aliento mañanero o los ronquidos nocturnos. Todo es bello, nada es feo; todo es fresco, nada apesta; siempre se está de buenas, nunca nos duele la cabeza. 

Cierto alumno me dijo que si mi ausencia se debe a que estoy enamorada, y no se espanten, no se trata de eso. Se trata de que tengo un amante. Momento! No es casado (ya saben que ahí no me meto) ni tiene compromisos de ningún tipo, salvo que su profesión -como a mí- no le permite llevar una vida social "normal". Así que nos vemos nomás para coger. No hacemos planes para el fin de semana, ni vamos al cine, ni de compras, ni nos llamamos 6 veces al día. Sólo nos llamamos para agendar la siguiente cita y no nos andamos preguntando porqué a veces se puede y otras no. Tienes tiempo? sí? perfecto! No tienes tiempo? No hay pedo, ahí pa'lotra. No es mi novio, ni es mi free, es Mi Amante.

Estoy segura que si esta relación fuera de novios, yo ya me habría encargado de arruinarla. Pero me encanta el saber que no lo tengo seguro, que no está a mi disposición cuando yo así lo quiera, que no es de mi propiedad ni mi exclusividad y que yo tampoco soy de él ni para él cuando a él así le plazca. Soy mía y me comparto con él, él es de él y se comparte conmigo.

He pensado en que podría enamorarme de él pero si eso pasa, la diversión se acaba. Mejor sigo disfrutando de todo lo que me hace cuando la ocasión se presenta, no?

Mi amante no se limita en los besos. No me besa en la mejilla, ni me da besos de piquito. Cuando me besa, me pone una mano en la espalda y mete su lengua en mi boca sin pudor ni contemplación alguna. Entre más largo el beso, más abajo va su mano. Me aprieta una nalga y me jala hacia él y siento a través de la ropa su erección contra mis muslos. Todo empieza con un beso.

Mi amante no se salta los preliminares. Por muy caliente que esté, por muchas ganas que me traiga, por muchos que hayan sido los días de abstinencia, él siempre se asegura que yo esté bien mojada y que haya venido al menos una vez antes de penetrarme.

Mi amante experimenta diferentes posiciones cada vez. Esta parte me encanta. Aunque él ya sabe cómo disfruto más y yo sé cómo disfruta él, él siempre me pide que me ponga así o me levante acá, o me voltee de tal manera. Incluso, me ha sorprendido con posiciones que NUNCA antes yo había experimentado. No es nada que caiga en la acrobacia ni que ponga en riesgo la salud de mi columna vertebral, es sólo un poco de creatividad.

Mi amante me "obliga" a hacerlo en lugares poco convencionales. Y yo sufro de una manera! A veces el tiempo no está de nuestro lado, así que ni modo. En un estacionamiento, en un garage ajeno, debajo de un puente vehicular... Claro, las posiciones se limitan un poco pero es lo de menos. 

Mi amante siempre está dispuesto a "ayudar". A veces por el tiempo o por el lugar o por el oral, él se viene primero y nada de que te lo debo. Aunque él esté satisfecho ya, siempre se ofrece a ayudarme a venir y no le importa si tiene que chupar, lamer, jugar o mordisquear por un minuto o diez; él hará todo lo que esté en sus manos -y otras partes- para dejarme bien servida.

Alumnos míos, su maestra anduvo inspirada hoy.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Inspirada? o bien atendida? ;)

Marko

Unknown dijo...

Wow, eres mi heroa. Hermoso el concepto de esos encuentros, donde no se compra, sólo se comparte jaja

Audrina Breslin dijo...

Eso es cierto... se enamora uno o algo parecido y todo se arruina como me arruiné yo solita jajajaj!!!

Todavía hay mucho que aprender.

Saludos,

Xin-nah dijo...

Markito: esteee... se nota? ;)

Rainman: compartir es lo único que cuenta en esta vida. :)

Audrina: a todas nos ha pasado alguna vez pero la práctica hace al maestro :)

Anónimo dijo...

http://supay-666.blogia.com/2010/072603-los-amantes-teoria-y-practica-del-amor-escondido..php

Este es un ensayo sobre los amantes que escribi hace un año, dedicado a una mujer una amante maravillosa, y a todas las veces que fui amante y, que aun lo soy.
espero disfrutes su lectura como yo goce leyendote.