Hay cosas tan comunes para la mayoría de la gente pero que lucen tan imposibles para nosotras las teiboleras. La sociedad mexicana no está preparada para nosotras. Ni para nadie con un estilo de vida parecido al nuestro llámese Escorts, Prostitutas de esquina o Call Girls, Bailarinas Exóticas, Strippers, etc. Nosotras no podemos llegar a la casa, dejar las zapatillas a un lado, darle un beso a quién nos espera y decirle: "tuve un día terrible, fíjate que tuve que llamar a los de seguridad porque un tipo me quería toquetear las chichis mientras yo le bailaba al de a lado" o "qué crees, mi amor? que un cliente me acaba de invitar por un par de días a Acapulco, me va a pagar 30 mil pesos sólo por acompañarlo y va a correr con todos los gastos" o "no sabes de la que me enteré, mamá! resulta que el esposo de la vecina del 1405 no es su esposo, me dijo que ella es su Casa Chica y que si quiero a mí también me pone casa. Cómo ves? Nomás que tendríamos que mudarnos"
Uno no puede llegar de trabajar y quejarse de las colegas, de los clientes o del jefe como cualquier otra persona normal. Generalmente, nadie sabe a lo que nos dedicamos y los que saben, poco interés muestran en que les contemos los pormenores de la chamba. Nuestras actividades siempre están camuflageadas, desde los horarios, el vestuario y maquillaje, los tacones de aguja. Todas las evidencias se quedarán en el APPM a buen cuidado de La Mami.* Nosotros pasaremos por amas de casa, o por vendedoras de Avón. El pedo es que el dinero -como el amor y el odio- raras veces se pueden ocultar. Y nunca falta la vecina envidiosa que se pregunte de dónde sacamos tanto. Inventarnos un ex-esposo con lana es un buen disfraz salvo que no tengamos hijos para justificar la pensión. Entonces hay que ser un poco más creativas e inventarnos un negocio del otro lado de la ciudad al que sólo asistimos a "cerrar". Una bodega en la Central de Abastos, o una estética, una tienda de mascotas, o hasta una cocina económica. En fin, uno puede ser lo que uno quiera, pero que sea creíble.
Este trabajo es solitario, aunque parezca que somos muy populares y que tenemos miles de amigos.
*La Mami es como la Coordinadora/Asistente de las bailarinas. Ella nos procura de todo lo que necesitamos, desde maquillaje hasta aspirinas y tampones. A veces también nos dice a qué hora tenemos qué llegar y si necesitamos trabajar en algún evento en particular. Pueden ser dos personas distintas quienes desempeñen estas tareas o puede ser una sola. Todo depende de qué tan grande sea el lugar y el número de bailarinas que en él trabajen.