lunes, 30 de noviembre de 2009

Teibol - Tip de la semana

Nunca se acuesten con el Jefe de Seguridad por muy bueno que esté.


Andar con alguien del trabajo en este medio, es tan malo y perjudicial para la salud como involucrase con cualquier colega en cualquier otra chamba.

viernes, 27 de noviembre de 2009

20 cosas que ni con buen sexo se pueden aguantar

Pasé una interminable semana con "alguien" en mi depa. Pensé que no sería tan malo tener compañía por lo menos temporalmente. Ustedes saben que adoro mi soltería y la soledad que mi depa me ofrece y estos últimos días me sirvieron para reforzar lo que he sabido desde que dejé la casa familiar. No soy capaz de convivir con nadie, y seguro por eso no tengo novio*. Descubrí varias cosas, de hecho, más de las que esperaba. Y qué bueno porque así me conozco más a mí misma y ahora sé todo lo que no puedo soportar por mucho que ese hombre me guste.

Ahí les va una lista de lo que este individuo acumuló en tan sólo 4 días y por lo cual se ha hecho acreedor a NUNCA jamás volver a ser llamado. Ni siquiera para un acostón casual en un hotel. Pero bueno, tengo que agradecerle que me dí cuenta de tantas cositas que me pueden chocar en un hombre:

  1. Odio que dejen la tapa del excusado levantada.
  2. Que si no le atinan al orinar no sean capaces de limpiar después de usarlo.
  3. Que dejen el jabón o el estropajo lleno de pelos.
  4. Que se rasuren utilizando MI rastrillo y que encima no lo enjuaguen bien.
  5. Que ESCUPAN en el lavabo (quién en su sano juicio hace esto, Dios?!)
  6. Que se laven los dientes en 30 segundos (así han de lavarse también la cola) y que no enjuaguen el lavabo.
  7. Que al no enjuagar el lavabo, la pasta que OBVIO no se deshizo en 30 segundos de "cepillado" se apelmace, se haga dura y deje todo manchado (qué asco de gente, carajo!).
  8. Que dejen la puerta del refrigerador abierta mientras se preparan un sandwich.
  9. Que se acaben el café (o la leche, o el cereal) y que no avisen a la dueña para comprar otro, o que sean incapaces de reponerlo (y claro cuando uno llega a las 3 de la mañana muriéndose por un pinche café no hay ni madres!!!!).
  10. Que no cierren bien el grifo y gotee el agua toda la noche; y encima se hagan los desentendidos cuando uno les llama la atención.
  11. Que crean que porque una es mujer nos convierte automáticamente en las que hacen el desayuno o meten la ropa a la lavadora.
  12. Que escuchen música a todo volumen.
  13. Que se queden dormidos sin apagar la tele o por lo menos programarla para que se apague sola.
  14. Que esperen que una sea la que vaya a la tienda por sus cervezas (optimista!).
  15. Que se la pasen criticando nuestro servicio de televisión de paga (o sea, no te gusta? lárgate a la cantina a ver tu fútbol).
  16. Que contesten el teléfono y encima interroguen al que llama (o sea, no es tu casa, rey!)
  17. Que revisen un celular que no es suyo y quieran saber quién es quién en la agenda de contactos.
  18. Que escuchen CD's y no los vuelvan a meter a sus respectivas fundas. De volverlos a poner en su lugar ya ni hablamos.
  19. Que si son los últimos en levantarse no tiendan la cama.
  20. Que no laven los trastes que usen y encima se quejen de que el fregadero está lleno de trastes sucios.

Y estas son nomás las que ahorita me vinieron a la mente. Que sus mamás no los educaron o qué? O que el pinche sentido común ni es tan común ni tiene tanto sentido para algunos.

El sexo no fue malo pero no estoy dispuesta a soportar a un cabrón que no es capaz de hacer lo mínimo en una casa ajena. O sea, por lo menos para quedar bien o por meritita educación, no?

Pues por todas estas pequeñeces el muchachito éste ha perdido su oportunidad.

Neeexxtt!!!!!

viernes, 20 de noviembre de 2009

hablando de primeras veces

Recordé que una vez, antes de que empezara en esto de la teiboleada y cuando era una estudiante normal, tenía un noviecito que resultó como muy santito. Le daba miedo tocarme las tetas y lo más que hacía al abrazarme era ponerme una mano debajo de la cintura, pero nunca me apretaba las nalgas.

Obvio, llega un momento que uno ya no puede sobrevivir sólo de besos y agarraditas de mano. Una es humana pues! Y entonces, una vez que estábamos en su casa zaz! que lo empiezo a calentar y a meter la mano debajo de los jeans. Recuerdo que hasta dejó de respirar y como que le dio penita pero me valió madres y me bajé y se lo chupé. Ji!

Luego lo terminé de encuerar, me encueré y me puse lista, flojita y cooperadora. Él se me quedó mirando nomás como si hubiera sido la primer mujer encuerada que había visto en la vida. Lo ignoré, lo jalé para que quedara encima de mí y yo ya con la urgencia de que me penetrara y zaz de nuevo. Logré acomodarlo y él empezó a moverse pero como que dudoso y en un par de minutos zaz! Se vino.

Y yo, no pero falto yo y toda caliente le puse la mano para que tocara mi clítoris y él me volteó a ver y me dijo que estaba cansado, y todo tembloroso y sudando frío me confesó que era SU Primera Vez!!!

La poca calentura que me quedaba a estas alturas se me bajó. Me enojé, me vestí y me largué.

Porqué a mí? Porqué no avisan antes? Qué no ven que uno no es maestra de kinder para llevarlos de la manita y explicarles con pollitos? De haber sabido jamás me hago su novia. No soy nada paciente con los inexpertos.

No hagan lo mismo, por favor. Avisen antes.

lunes, 16 de noviembre de 2009

la primera vez de una teibolera

Mi primera vez fue tan mala como las suyas. En serio. En ese entonces no sabía que llegaría a ser bailarina exótica, que me pagarían por servir de acompañante, que conocería a "gente importante" y que mi belleza me daría de comer.

De hecho en ese entonces ni siquiera me consideraba bonita. Pero quién está segura de sí misma cuando se es adolescente? Cuando todo parece incierto pero a la vez tan fácil, tan sencillo, tan frívolo.

Fue en un hotel de paso, con el primero que me metío sendos fajes y me hacía temblar nomás con el roce de la punta de sus dedos. Era tan bueno en eso que supuse que hacer todo el acto sería como tocar el cielo. Error y de los grandes. El faje era lo único que él sabía hacer. Los nervios no me dejaron calentarme como en otras ocasiones. Estaba cero lubricada y cero ansiosa. Él por el contrario, mojaba calzón desde antes de pagar el cuarto en la recepción y para cuando se bajó los pantalones su erección estaba a todo lo que daba y el pene "le lagrimeaba".

Y yo seca como una servilleta de papel. Me tocaba y parecía que me lijaba. Se puso encima de mí y tras varios intentos donde yo me removía como lombriz en sal, por fin pudo penetrarme. Nunca me besó ni me murmuró la serie de frases calientes que a mí me encantaban. Tal vez eso hubiera ayudado. Y después de segundos (lo juro!) se vino dentro. Y yo ni siquiera empecé a sentir rico. Díganme si no esto habría sido motivo para irme directo al psicólogo. Qué trauma!!! Y él qué pendejo, la neta.

Obvio, no supe de eso hasta que pude comparar. Pero tuvieron que pasar varios (de hecho varias veces varios) para que yo supiera lo que era un orgasmo y el disfrute que una relación sexual debe significar. Ya sea sólo para descargar la líbido o para demostrar amor. El sexo se debe gozar por ambas partes, y no sólo una debe quedar con ojitos de huevo cocido mientras al otro "se lo coge un chino".

Nomás de acordarme me da pena ajena. Un día, muchos años después quise darle otra oportunidad y enterarme si es que había habido progreso alguno de su parte. Quedé tan insatisfecha (o aún más porque mis estándares ya habían subido) como aquélla primera vez. Será acaso que hay ciertos hombres que nunca aprenden? Argh! No quiero ni pensarlo.

jueves, 5 de noviembre de 2009

me cagan las viejas mochas!

Odio que vayan mujeres al APPM!!! De verdad las odio. Por algo no las dejan pasar, señoras!!! Porqué insisten? Generalmente, el acceso está prohibido a las mujeres y es que de verdad, pocas veces las viejas aguantamos la competencia. Aunque yo digo que no somos competencia, ni al caso. Pero házles entender esto a las pobrecitas. Y entonces a qué chingados van?

No me preocupa cuando va una pareja SOLA, ahí uno ya sabe que de seguro fueron a cumplir alguna fantasía in situ o a mirar candidatas para hacer un trío en un lugar más tranquilo, obvio. Pero hay otros que van en bola, con una sola vieja a quien llevan nomás para que "aprenda" y se anime a bailarles a ellos después en privado, o para quitarle lo mocha, o yo qué sé. Estos últimos me chocan. Me chocan. Me chocan. Nunca es divertido, la vieja se la pasa criticándonos de pies a cabeza y lejos de entrarle al desmadre "aguada" a los hombres que van con ella. Nunca falta uno que se la quiera tirar y que entonces se una a la arpía y finja que no se le van los ojos cuando un par de tetas brillosas se le cruzan por enfrente. Grrrr!!!

Anoche estaba yo muy tranquila haciendole un lapdance a un wey y no me dí cuenta que iban "acompañados". Dejé mi blusa favorita en la silla de a lado y oh Sorpresa! La vieja estaba en el baño cuando yo empecé a chambear en su mesa y cuando regresa se me queda viendo y al mismo tiempo se sienta en su silla y siente algo peludo debajo de ella (jijiji, era mi blusa con flequitos) y pega grito, agarra mi blusa con la punta de los dedos y la avienta al suelo mientras grita 'guácalaaaaaaaaa'. Pincheviejapendejamamilahijadesurepinchemadre!!!! Esa blusa cuesta más que todo lo que la fulana traía encima y la aventó al suelo!!! Obvio, como soy super profesional, nomás la volteé a ver mientras ponía la cara de mi cliente cerquita de mi pecho (para evitarle el trauma) y le pinté dedo -a la vieja- y luego le pedí a señas a Fabián -mi bodyguard- que levantara mi blusa y la pusiera en el respaldo de la silla de mi cliente. Los demás concurrentes se cagaron de risa y la vieja puso cara de chingatumadre pero me valió madres. Una palabra mía y todos se iban al averno.

"A ver si a la siguiente la entrenas antes de traerla" le dije al wey que estaba más cerca de ella, agarré mi boletito y me despedí.

Sale, bye.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Estas pequeñas cosas, no son para teiboleras...

Hay cosas tan comunes para la mayoría de la gente pero que lucen tan imposibles para nosotras las teiboleras. La sociedad mexicana no está preparada para nosotras. Ni para nadie con un estilo de vida parecido al nuestro llámese Escorts, Prostitutas de esquina o Call Girls, Bailarinas Exóticas, Strippers, etc. Nosotras no podemos llegar a la casa, dejar las zapatillas a un lado, darle un beso a quién nos espera y decirle: "tuve un día terrible, fíjate que tuve que llamar a los de seguridad porque un tipo me quería toquetear las chichis mientras yo le bailaba al de a lado" o "qué crees, mi amor? que un cliente me acaba de invitar por un par de días a Acapulco, me va a pagar 30 mil pesos sólo por acompañarlo y va a correr con todos los gastos" o "no sabes de la que me enteré, mamá! resulta que el esposo de la vecina del 1405 no es su esposo, me dijo que ella es su Casa Chica y que si quiero a mí también me pone casa. Cómo ves? Nomás que tendríamos que mudarnos"

Uno no puede llegar de trabajar y quejarse de las colegas, de los clientes o del jefe como cualquier otra persona normal. Generalmente, nadie sabe a lo que nos dedicamos y los que saben, poco interés muestran en que les contemos los pormenores de la chamba. Nuestras actividades siempre están camuflageadas, desde los horarios, el vestuario y maquillaje, los tacones de aguja. Todas las evidencias se quedarán en el APPM a buen cuidado de La Mami.* Nosotros pasaremos por amas de casa, o por vendedoras de Avón. El pedo es que el dinero -como el amor y el odio- raras veces se pueden ocultar. Y nunca falta la vecina envidiosa que se pregunte de dónde sacamos tanto. Inventarnos un ex-esposo con lana es un buen disfraz salvo que no tengamos hijos para justificar la pensión. Entonces hay que ser un poco más creativas e inventarnos un negocio del otro lado de la ciudad al que sólo asistimos a "cerrar". Una bodega en la Central de Abastos, o una estética, una tienda de mascotas, o hasta una cocina económica. En fin, uno puede ser lo que uno quiera, pero que sea creíble.

Este trabajo es solitario, aunque parezca que somos muy populares y que tenemos miles de amigos.



*La Mami es como la Coordinadora/Asistente de las bailarinas. Ella nos procura de todo lo que necesitamos, desde maquillaje hasta aspirinas y tampones. A veces también nos dice a qué hora tenemos qué llegar y si necesitamos trabajar en algún evento en particular. Pueden ser dos personas distintas quienes desempeñen estas tareas o puede ser una sola. Todo depende de qué tan grande sea el lugar y el número de bailarinas que en él trabajen.